Regresar

Compartir:

Diseñan el mundo

En el marco del Día Mundial del Diseño Gráfico, que se celebra este 27 de abril, el maestro Gerardo Santana Padilla habló sobre el perfil del profesional de esta disciplina que imparte la Universidad Autónoma de Nuevo León.

Vivimos en un mundo plagado de símbolos. Las megalópolis favorecen a los centros comerciales y no a las áreas verdes. Hay largas y largas avenidas donde los carteles anuncian todo tipo de productos, proyectos, sueños, realidades, etcétera.

Las sociedades están divididas por diferencias musicales, aficiones deportivas, ideologías políticas y por la clase social. En este contexto, se necesitan de personas que unan a la sociedad y comuniquen por medio de un lenguaje. Aquí entran los diseñadores gráficos.

En vísperas del Día Mundial del Diseño Gráfico, se conversó con el maestro Gerardo Santana Padilla, quien indicó la importancia que ha cobrado esta disciplina en Monterrey.

El coordinador de la Licenciatura en Diseño Gráfico de la Facultad de Artes Visuales, señaló que los egresados de esta carrera tienen un perfil más profundo que no se queda sólo en diseñar o dibujar ─como el grueso de la población así lo piensa─, sino que se han revestido de otras artes y una buena carga de filosofía.

Multidisciplinarse

“Antes, teníamos al licenciado en Artes Visuales con acentuaciones. Hasta el año 2000 se separaron las carreras. Ahora, el alumno de Diseño Gráfico tiene una carga filosófica de pensamiento más profunda. Poco a poco se ha ido permeando más de maestros especialistas en el área de diseño.

“Aquí vemos una cuestión de resignificación del diseño gráfico. Podemos decir que el diseño gráfico está inserto en un ambiente multidisciplinario”, indicó el académico.

Esto habla de que, actualmente, el diseñador gráfico de la UANL puede trabajar en distintos ámbitos, pues algunos se desarrollan dentro del área médica generando infografías para los médicos; otros en portales web, diseños de aplicaciones, diseño de empaques, diseño editorial, libros, periódico.

“El campo de trabajo del diseñador gráfico se ha extendido mucho, pero eso mismo ha llevado a la discusión sobre cuál es el perfil que se necesita del diseñador gráfico. Las escuelas han tomado la iniciativa de hacer acentuaciones e hibridaciones confusas”, apuntó Santana Padilla.

Reflexión

Nos encontramos con el perfil de un egresado que ve el arte como un ente funcional. El diseño gráfico es el soporte donde coexisten ambas interrogantes de la vida: ganarse el pan de día a día sin perder las convicciones. Sin embargo, la realidad puede ser muy distinta y encontrarse con clientes o empleadores que los sometan a otro tipo de exigencias.

“Si profundizamos, hay algunas corrientes de pensamiento que van dirigidas a que sólo tienes que trabajar tú para lo que pide la empresa. Otros dicen ‘la Universidad reacciona y forma gente que piensa, no son sólo maquiladores’. Monterrey es una sociedad muy particular que ha crecido en base a la industria y el comercio; esa tradición económica impacta la forma en que nosotros significamos el diseño gráfico”, reflexionó.

La UANL responde al mercado y también exhorta a pensar al egresado. Se necesita de un alumno creativo, innovador con gran sentido humanístico, pero sin dejar de lado al aspecto técnico. El plus que se le imprime a la carrera de Diseño Gráfico consiste en la gestión.

“El alumno tiene que saber cómo hacer una cotización, cómo presentarse frente al cliente, cómo hacer un buen currículum. No lo decimos sólo nosotros, sino que lo dicen las acreditadoras que han venido a evaluarnos. El aspecto de las artes ha venido a influenciar el diseño gráfico, mientras en otros lados les conviene y lo ven así, diseño para diseño. Nosotros vemos diseño gráfico impregnado de otras líneas de pensamiento: filosóficas, artísticas, mercadológicas, de gestión, procurando dar al alumno una visión amplia”, informó.

Ahora se incorporaron investigaciones en el área de diseño gráfico que luego robustecerán el programa de estudios.

Mexicanos diseñando

El reconocido diseñador gráfico británico Lance Wyman visitó Monterrey en 2015. El museo Marco organizó una exposición en retrospectiva de algunos de los aspectos más importantes de su obra. Durante la charla para medios de comunicación, Wyman explicó el lenguaje universal que vive detrás de los símbolos.

El comité olímpico solicitó al británico para trabajar la iconografía de las Olimpiadas México 1968. Un inglés en Ciudad de México. Para el diseñador gráfico no existen fronteras. Un chino puede trabajar con una brasileña sobre determinado proyecto sin tener que moverse de su habitación.

“La mayor parte de las bases del diseño vienen de la Bauhaus europea. Hoy en día, Barcelona es una ciudad muy reconocida por sus diseñadores. Las cuestiones de la globalización hacen que un mexicano esté trabajando con Dubai, o un chino con un brasileño. Hay alumnos egresados de aquí que así están trabajando. El que se quiera mover tiene la oportunidad, pues la tecnología y las cuestiones de información se están prestando a ello”, informó el académico de la Facultad de Artes Visuales de la UANL.

Santana Padilla considera que en lugar de pensar cuál país es el mejor exponente en diseño, se debe replantear la pregunta a ¿cuál variable de diseño se necesita? Cuando una empresa necesita a un experto en branding; y esa persona se encuentra en Estocolmo, irán por él. Si en Vancouver desarrollan animación de calidad, el cliente ─no importa en qué parte del mundo esté─ irá por los diseñadores. No hay fronteras para el freelance.

El egresado

Para Santana Padilla el estudiante por sí mismo tiene un valor; y que decida una vez egresado dedicarse a diseñar o no, es su decisión.

La mayoría de los maestros de Diseño Gráfico son diseñadores, no pedagogos; y, conforme pasan los años, éstos se fortalecen al ceñirse al plan de estudios.

“Otros maestros que se dedican a lo académico te fortalecen desde otras perspectiva por medio de la investigación, que los que están en las agencias no pueden hacer por falta de tiempo. La cuestión es ayudar al alumno a que descubra por dónde quiere ir en su proyecto de vida, no solamente como un profesionista egresado de una disciplina”.

La sociedad regiomontana está impuesta a ejercer presión en todos los ámbitos; el caso del diseño gráfico no es la excepción.

Hay ocasiones donde el diseñador se encuentra con clientes que le piden cierto producto, el cual podría ser mejorado. Sin embargo, no permiten el diálogo o la opinión ¿qué hacer con la frustración de un artista que ve su obra de arte desplazada hacia mero producto funcional?

“No creo que esa crisis o frustración sea negativa. Cuando te sucede esa frustración es cuando llega la pregunta ¿qué estoy haciendo de mi vida? Mientras no te llegue esa pregunta serás un borrego. Cuando reflexionas acerca de yo como diseñador gráfico en qué le agrego valor al mundo, entras a aspectos ontológicos. Los que entran a esas crisis son los que se ponen a pensar”, subrayó Santana Padilla.

El diseñador es una persona que tiene sus propios valores y puede decidir trabajar o no con un cliente.

“Hay cuestiones éticas y morales que tratamos de impartirle al alumno. La Universidad tiene su marco axiológico y habla sobre una responsabilidad social; y nosotros tratamos de que nuestros alumnos reflexionen sobre esto”, finalizó.

Responsable: Prensa UANL