Ya no más islas; hay que tender puentes entre conocimientos

Investigación educativa

La Universidad Autónoma de Nuevo León, a través de la Red de Investigación Educativa (RIE-UANL), efectuó del 26 al 28 de agosto el II Congreso Internacional de Investigación Educativa.

Clases virtuales, archivos en línea y medios interactivos desafían hoy los modelos tradicionales de enseñanza. Ante el nuevo entorno, urgen prácticas que mejoren los sistemas educativos, coincidieron los expertos durante las sesiones del Congreso.

La Directora de Investigación Educativa en la UANL, Magda García Quintanilla, indicó que se debe transitar de un modelo de educación lineal, fragmentada y monodisciplinaria, a uno más abierto y complejo donde las disciplinas se retornen a sus vasos comunicantes.

“Pasar de un conocimiento reiterado y repetitivo hacia otro donde los medios para el aprendizaje hagan posible la construcción de soluciones centradas en la producción de conocimiento, y superar el actual sistema de enseñanza basado en procesos limitados al aula, verticales, enciclopédicos y memorísticos”, señaló la académica.

Sistema operativo eficiente para nuestro “CPU cerebral”

El Secretario de Investigación, Innovación y Posgrado, Mario César Salinas Carmona, compartió que el avance de la ciencia disciplinaria permite hoy conocer las bases celulares, bioquímicas, moleculares y genéticas de cómo aprendemos los seres humanos.

“Nuestro cerebro ha guardado información de física, química, matemáticas, biología, pero como educadores debemos recordar que esas parcelas o islas de información necesitan ser conectadas para que sean útiles”.

Agregó que en la neurobiología ahora se sabe que la riqueza de la información depositada en las neuronas y la capacidad de seguir creando, se da tendiendo puentes que sacan a pesar de la edad del individuo-información de una parte del cerebro y es utilizada por otra para generar nuevas formas de comportamiento.

“Ya no más islas. El hombre es un ser humano completo, es un ente biológico y hay que estar investigando para adaptar nuestros procesos educativos a las situaciones actuales del siglo XXI”.

Advirtió que “en los términos informáticos que se manejan ahora, nuestro CPU (el cerebro) necesita un sistema operativo para funcionar, ese es el lenguaje, sin él no podemos construir nada de pensamiento ni de conocimiento ni de ciencia ni de verdad. Ese sistema operativo debemos expandirlo con lecturas, discusión, generar foros y reflexionar para darle nuevas esperanzas a los jóvenes que se educarán en los años por venir”.

Por su parte, el doctor Enrique Correa de la Universidad de Sherbrooke, Canadá, disertó sobre la situación de la investigación educativa en escenarios internacionales.

“Se ha hablado de formar profesionales con pensamiento crítico, pero si los medios y recursos no se ponen al servicio de ese proceso formativo, no se lograrán sus competencias”.

Correa mencionó que, en primer término, la persona debe comprometerse con su desarrollo profesional a través de un proceso de reflexión, pero también las universidades tienen una responsabilidad.

“Debe haber correspondencia entre lo que exijo y los medios que pongo a disposición para que los estudiantes logren llegar a esa exigencia”, destacó el académico de origen chileno.

Unos 400 investigadores nacionales y extranjeros participaron en 210 ponencias, 21 carteles y la presentación de 12 libros en este foro para el  intercambio de experiencias en proyectos de innovación educativa, que por espacio de tres días se realizó en el Colegio Civil Centro Cultural Universitario.

Durante la ceremonia inaugural, la directora de la Facultad de Filosofía y Letras, Ludivina Cantú, entregó un reconocimiento a la doctora Martha Casarini Ratto por su trayectoria en la formación de profesionales de la educación.

“Yo tenía un lugar que me acariciaba en Argentina, pero me fui de aquel y ahora este es mi lugar, una Universidad a la que pertenezco desde hace muchos años y que me acaricia también a mí”.

Casarini Ratto expresó que el intercambio de ideas con los alumnos facilita el encuentro, el conocimiento mutuo, un proceso que les permite a ambos indagar y ser indagado, enriqueciendo el proceso educativo.