Regresar

Compartir:

Un Reyes más humano nos espera

El 24 de mayo la Sala de Usos Múltiples de la Capilla Alfonsina Biblioteca Universitaria fue sede de la conferencia de César Benedicto Callejas, experto en la obra de Alfonso Reyes.

A pesar de la riqueza de su prosa, el poder de la obra de Alfonso Reyes no ha llegado a todos los lectores, debido tal vez a la figura de pedestal con la que equívocamente se le ha identificado.

Para acercar al lector a ese Reyes humano, vital, el experto alfonsino César Benedicto Callejas brindó la conferencia “Reconstruyendo a Alfonso Reyes. Una lectura vital de sus temas”, que se efectúo en la Sala de Usos Múltiples de la Capilla Alfonsina, en el marco del Festival Alfonsino 2016.

Durante la charla −con asistencia en su mayoría por el público estudiantil−,  Benedicto Callejas hizo énfasis en reconocer a un Reyes menos frío, distante, académico.

“Hay que bajarlo del pedestal”, señaló el experto; para evidenciar este argumento, leyó algunos fragmentos de obras, epístolas entre Reyes y algunos de los intelectuales más importantes de su época.

Benedicto Callejas, también autor de “Los nueve minutos de Ulises”, donde Alfonso Reyes es el personaje principal, señaló los temas que más importaron a Reyes durante su vida. Uno de los principales focos de interés del Regiomontano Universal fue la crítica: cine, literatura, teatro, cocina.

Durante su estancia en París, Reyes convivió con personajes como Picasso, Rivera, Cocteau, Gris. De ahí puede notarse su interés en la crítica sobre arte, cine y literatura.

Benedicto Callejas señaló que con La cena, Reyes se adelantó por mucho a las ideas que los surrealistas franceses desarrollaron años posteriores a la obra de Reyes. En 1910, Reyes está releyendo a Góngora, antes que los españoles de la Generación del 27.

Es así como Reyes se nos muestra como un verdadero vanguardista, a pesar de que el regiomontano siempre dudó de las vanguardias de su tiempo.

“Su primer gran temor es contra sí mismo, no resolver sus problemas familiares, con su patria, con su padre. El primer gran terror de Reyes es interno.

“Luego, creo que Reyes siempre tiene un temor muy grande por su imagen, no de Alfonso Reyes escritor, sino del representante de México; y se cuida mucho de ciertos extremos que no lo hagan quedar en ridículo.

“De sus vicios, pecados, si no están todos expresos en la correspondencia o los diarios, sí se ven en gran parte de su obra. Era un hombre muy dedicado a los placeres: un gran comedor, un gran bebedor, no alcohólico, pero conocía de buenos vinos, y el más grande vicio de Reyes, que eran las mujeres”, apuntó Benedicto Callejas.

Responsable: Prensa UANL