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Siembra un árbol, ayuda al ambiente

La Universidad Autónoma de Nuevo León te recomienda reforestar el área metropolitana con especies nativas, como ébanos y encinos.

En una metrópoli donde los problemas de calidad del aire son cada vez más frecuentes, un árbol representa un verdadero tanque de oxígeno.

Aún más si siembras en tu hogar una especie nativa de la región, pues no sólo tendrás más aire limpio, sino que ayudarás a la restauración del ecosistema del área metropolitana de Monterrey.

Todo árbol tiene como función principal producir oxígeno, pero los nativos cumplen con este proceso de manera más eficiente, debido a su adaptación con el medio ambiente, señala el doctor Javier Jiménez Pérez, especialista de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).

“Un árbol nativo absorbe el bióxido de carbono, te fija el carbono en la madera y te libera el oxígeno”, explica el profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Forestales, “mientras que una planta exótica batalla mucho, no pueden en la ciudad hacer esto, o lo hacen de manera muy abrupta, sin sentido”.

Por planta exótica se considera toda la vegetación que ha sido adaptada a un ambiente diferente al de su origen.

En el caso de Nuevo León, la variedad de árboles nativos se compone de encino siempre verde, ébano, anacahuita, mezquite, palo blanco, anacua, y diversos tipos de coníferas.

Entre las ventajas de estas especies está que, una vez regadas adecuadamente los primeros tres o cuatro meses posteriores a su plantación, no requieren un mantenimiento extra para que sigan creciendo.

Tampoco necesitan un cuidado especial para evitar que sean atacadas por los insectos, como es el caso de las plantas exóticas.

Además, estos árboles representan todo un ecosistema para la fauna silvestre de la región, pues las características de sus frutos y hojas permiten una mayor interacción con los animales.

“En los fresnos no hay aves, porque el fruto del fresno no sirve. En cambio, si les pones encinos van a llegar las ardillas, van a llegar las aves; si les pones ébanos, van a llegar también a comerse los frutos”, expone el doctor Javier Jiménez Pérez, cuya especialización es restauración de ecosistemas.

La importancia de la arborización es tal que, a nivel internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda que en las ciudades haya al menos nueve metros cuadrados de área verde por habitante.

Esto, concluye el especialista forestal, puede traducirse a que se necesitan tres árboles maduros por humano para poder vivir en el planeta.

Responsable: Prensa UANL