Preparatoria 7, medio siglo de calidad educativa

Estudiantes de la Preparatoria 7 tomando clase en 1973

Laboratorio, 1973

Estudiantes de inglés de la clase de la maestra Jaubert

La Preparatoria 7 de la Universidad Autónoma de Nuevo León cumple su quincuagésimo aniversario consolidada como una escuela de clase mundial, competitiva y de excelencia. Fue inaugurada el 5 de septiembre de 1966.

Ante la urgente necesidad de un centro escolar de bachillerato para el municipio de San Nicolás de los Garza, que se encontraba en considerable crecimiento poblacional; su alcalde, el doctor Óscar Vela Cantú, propuso ante la Universidad de Nuevo León la creación de una preparatoria para beneficio de la juventud nicolaíta.

“En esa época los ciudadanos de San Nicolás de los Garza ya merecían una escuela preparatoria, porque la Universidad estaba instalada en terrenos del municipio, estando aquí la Universidad y tener San Nicolás de los Garza sin preparatoria, pues era de esperarse”, recuerda el ingeniero Juan Jesús Gutiérrez Vela, alumno de la primera generación 1966-1968 y segundo presidente de la Sociedad de Alumnos.

El profesor y licenciado Gilberto R. Villarreal de la Garza, maestro fundador y director de 1987 a 1993, señala que la Universidad aceptó de muy buen agrado la fundación de la escuela.

“El acuerdo con el Consejo Universitario fue que la presidencia municipal de San Nicolás de los Garza iba a encargarse del valor de toda la construcción y del primer año de sueldo de la preparatoria”.

En un lapso de ocho meses, la séptima preparatoria de la Máxima Casa de Estudios se organizó y construyó, para inaugurarse el 5 de septiembre de 1966, por el Rector de la Universidad, Eduardo A. Elizondo.

Desde su fundación, la Preparatoria 7 se ha distinguido por su trayectoria de excelencia académica, tradición de trabajo y determinación. Su personal docente, administrativo y alumnos fundadores, lograron las primeras realizaciones como la Biblioteca “Pedro Garfias”, su dotación de acervo y el equipamiento de sus laboratorios.

“Hicimos un pequeño local y esa era nuestra cafetería –cuenta el ingniero Antonio Benítez Vizcarra, alumno de la primera generación y primer presidente de la Sociedad de Alumnos–. Esa era nuestra fuente de sodas donde vendíamos golosinas y cosas para movimiento propio de la mesa directiva”.

Para la construcción de nuevas aulas y laboratorios, una comitiva de estudiantes encabezada por las alumnas Esther Martínez Cantú y Carmen del Rosario de la Fuente García, actual Secretaria General de la UANL, entregó, en 1976, al entonces candidato a la Presidencia de la República, José López Portillo, una solicitud de apoyo económico para la cristalización del proyecto.

Así, con el respaldo federal, estatal y universitario, la Unidad Puentes, actual Unidad San Nicolás I, construyó su edificio sur. Este programa de expansión física continuó en 1987 con la fundación de la Unidad Oriente, hoy Unidad San Nicolás II.

“Cuando nos entregaron la Unidad Oriente de la Preparatoria 7 no había energía eléctrica ni drenaje ni agua potable y así empezamos a trabajar”, explica el ingeniero Ricardo Oziel Flores Salinas, director de 1981 a 1987 y primer coordinador de Unidad Oriente.

“Llegaron los bancos el primer día de clases y cada alumno fue por un banco y lo metió a su aula. El primer domingo invité a los alumnos a que fueran a quebrar el pavimento para hacer la conexión del drenaje, primero que todo, que era lo más el urgente.

“A los alumnos les gustó mucho por la convivencia que hubo al estar escarbando y sacando tierra. El siguiente sábado invité a los alumnos nuevamente a arreglar un terreno para hacer una cancha de voleibol y fueron como unos 50 muchachos con palas, picos y carretillas”.

La entusiasta participación de los jóvenes se ha reflejado también en el aspecto cultural y deportivo con la creación de numerosos grupos y clubes de teatro, danza, música, ciencias, pintura, dibujo, artes plásticas, cómics, robótica y equipos deportivos, así como el mariachi, que ha representado con orgullo el espíritu innovador de la Preparatoria 7.

“Ninguna Prepa lo tenía”, destaca Villarreal de la Garza. “Lo llevamos a estrenar el 15 de mayo de 1991. Nos fuimos a la Torre de Rectoría y llenamos el elevador con trompetas y violines y nos fuimos hasta el octavo (piso)”.

Durante sus 50 años de actividades, la Preparatoria 7 ha trabajado en conjunto con la Universidad para otorgar a sus alumnos las herramientas necesarias para transformarse en profesionistas de éxito y alto compromiso social, preparados para las exigencias de cada época.

Proyectos como la reforma académica modular y las visiones UANL 2006, 2012 y 2020 han guiado junto a los Planes Institucionales de la Preparatoria 7, el camino a la excelencia.

“¿Cuál es la finalidad? Hacer de nuestra Universidad la mejor del país, hacer de nuestros egresados los mejores profesionistas, capaces de insertarse al mundo laboral”, afirma el profesor Alfonso González Alvarado, director de 1993 a 1999.

“El doctor Reyes Tamez Guerra, siendo secretario de educación pública, escogió a nuestra preparatoria entre las dos prepas de todo el país para equiparlas con pizarrones electrónicos y computadoras, todo lo necesario para un aula que se les llamó aulas inteligente”, recuerda el ingeniero Jerónimo Escamilla Tovar, director de 1999 a 2004.

Esta constante búsqueda por la calidad en sus procesos y servicios ha rendido sus frutos en los altos índices de eficiencia en el ingreso a facultad y en los excelentes resultados obtenidos en las olimpiadas del conocimiento a nivel internacional, como las organizadas en Bielorrusia, Taiwán, India, Argentina, España, Japón, Canadá, Estados Unidos de América, Indonesia, Holanda, Suiza y Vietnam.

Este nivel de excelencia académica le ha permitido ser acreedora de numerosos reconocimientos, entre los que se destacan la certificación nacional bajo la Norma ISO 9001: 2008, el Premio Nuevo León a la Competitividad y el ingreso al Sistema Nacional de Bachillerato.

“El proceso de la certificación fue un logro muy importante para la escuela, porque implicó un gran trabajo de todo el personal”, destaca el ingeniero Oliverio Anaya Arizpe, director de 2005 a 2011. “Inclusive, en algunas ocasiones, por lo acelerado de este proceso, tuvimos que trabajar hasta los domingos. Eso es una función que yo valoro del equipo de trabajo que permaneció para lograr esa certificación”.

La actual directora, la maestra María Guadalupe Idolina Leal Lozano, explica que el Premio Nuevo León a la Competitividad es otra estrategia de la evaluación externa.

“Cuando yo inicié en 2011, se había inscrito la Preparatoria 7 para el Premio Nuevo León a la Competitividad. En esa ocasión, nos hacen la evaluación en sitio, aquí en la preparatoria y se logró la presea bronce. Volvimos al año siguiente, en 2012, y nuestra satisfacción fue que en ese momento logramos la presea del Premio Nuevo León. Eso fue muy importante y motivante; fuimos una de las primeras preparatorias en lograrlo. A partir de ahí, nos hemos inscrito anualmente, ahora con las dos unidades: tanto la Unidad San Nicolás I como la Unidad San Nicolás II”.

El doctor Anselmo Garza Hinojosa, alumno de la primera generación 1966-1968, señala que “con el correr de los años escuchábamos que la Preparatoria 7 seguía siendo de las primeras en todo el estado, incluso, tras fronteras. Entonces, eso nos alentaba que, nosotros siendo la primera generación, sentamos las bases de todo esto y los maestros adquirieron experiencia con nosotros y nosotros con ellos”.

“El que nuestra preparatoria esté en ese nivel, yo considero que gran parte se debe a los maestros, pero también a nuestros alumnos, finalmente son los que trascienden y los llevan hacia el exterior el reconocimiento a nivel local, nacional e internacional (…) Ellos son los mejores mensajeros de todo lo que se ha ganado aquí, en la preparatoria”, considera la bióloga Pura Concepción Galván Villanueva, directora de 1971 a 1973 y maestra fundadora.

Los ideales de esfuerzo, trabajo, disciplina, respeto y responsabilidad social, cimentados hace 50 años y reafirmados año con año por generaciones de alumnos, maestros, personal administrativo y directivo, han contribuido para que la Preparatoria 7 sea, de frente a los retos del siglo XXI, una escuela de clase mundial, competitiva y de excelencia, y comprometida en la visión universitaria de trabajar, transformar y transcender.