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Mar interior sin tranquilidad

Todos los mares II es la exposición de la pintora polaca Basia Batorska; su inauguración, en el Colegio Civil Centro Cultural Universitario el 13 de mayo a las 19:00 horas, marcará el inicio oficial del Festival Alfonsino 2016.

El planeta Tierra está conformado por agua. El mar es el sitio menos explorado por el hombre. El ser humano no puede sumergirse a niveles tan profundos, pues la presión del agua causa graves problemas en su organismo.
El océano es un misterio y en el misterio radica la condición del mundo, pues 65 por ciento del cuerpo humano está conformado por líquido; un mar interior que a veces es terrorífico explorar.
Todos los mares II es la muestra de la pintora polaca Basia Batorska, que se encuentra en la sala de exposiciones del Colegio Civil Centro Cultural Universitario; con su inauguración, iniciará el Festival Alfonsino 2016 este 13 de mayo a las 19:00 horas.
Basia es una mujer menuda, no tímida pero sí pausada al hablar. Ella es amable, rubia, ojos verdeazul, señala que su incursión con el arte se dio a temprana edad y con algunas represiones sociales.
“Comencé rayando las paredes de mi casa. A mis padres no les gustó mucho la idea. Después, en la escuela, el maestro de artes me quería expulsar del salón. Me quería matar porque cómo una niña pequeña le iba a decir al grande ‘así no se pinta’. Así inicié en arte, con ciertas represiones”, comenta con una risa tenue, mientras a las afueras del Colegio Civil los camiones urbanos van y vienen como felinos en celo bajo el intenso naranja del sol regiomontano.
La exposición consta de 24 piezas con la técnica del grabado mixto. La muestra contiene textos de Rosaura Barahona, Alberto Ruy Sánchez y Minerva Margarita Villarreal, donde exponen algunos aspectos acerca de la obra de Batorska.
La artista señaló que su gusto por el mar surge por el movimiento, o sensación de movimiento, que da el agua.
“Bajo el mar hay ciudades enteras. Hay ranchos de salmón, de mariscos. Ahora han estado encontrando muchos hallazgos bajo el mar”, indicó.
Al cuestionarle acerca de la exploración interior de los mares humanos, Basia comentó que a veces es terrorífico sumergirse en uno mismo.
La pintora trabaja una técnica muy personal, y dejó fuera las ambigüedades de la técnica mixta.
“Un grabado clásico tiene la placa; la entintas y la pasas inmediatamente; si es de dos colores, tienes que volver a entintar. Si es de metal, usas tinta especial para impresión. En esto, que me enseñó Esther González, la placa ya no la haces de metal, la haces en triplay delgado y después haces una mezcla de resanador acrílico y lo mezclo con blanco de España.
“Tengo que trabajar aprisa porque se seca. Una vez seco, empiezo a poner colores. Pongo un color limpio, muchas veces utilizo hasta 16 colores. Cuando siento que ya está listo, mojo el papel, lo pongo encima y lo paso por la prensa.
“Ahora decidí ponerle óleo encima y pinto encima de ellas. Todavía podemos llamarlo grabado porque utilizamos papel, la placa. Por eso, cada uno sale como prueba de artista, es irrepetible. Ya no están seriados. Lo limpio y, cuando vuelvo a pintar sobre él, ya es otra cosa”, explicó.
Los títulos de sus piezas están extraídos de los mares que existen en la Luna, con todos esos nombres en latín. Rojo, negro, blanco, explosiones que van y vienen están presentes en la obra de la polaca.

Responsable: Prensa UANL