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Jornada de historia también honra a los caídos

“Un deber sagrado, una obligación solemne, es recordar y honrar a nuestros guerreros caídos”, expresó el Cónsul General de los Estados Unidos en la ciudad, Timothy Zúñiga-Brown, durante la jornada de historia de la UANL.

En su conferencia “Recordando a los caídos. El legado de la Guerra entre México y los Estados Unidos”, el Cónsul General de Estados Unidos en Monterrey, Timothy Zúñiga-Brown, mencionó que es importante entender cómo acercar mejor a nuestros dos pueblos y nuestros dos países.

“Para los estadounidenses ha sido durante mucho tiempo un deber sagrado, una obligación solemne, el recordar y honrar a nuestros guerreros caídos. Una manera de honrar el sacrificio de estos soldados de ambos lados, es justamente un evento como éste”, mencionó.

Al participar en el cierre del Coloquio por el 170 aniversario de la Batalla de Monterrey, el 21 de septiembre en el Colegio Civil Centro Cultural Universitario, Zúñiga-Brown dijo que se convirtió en una necesidad logística enterrar a los muertos en cementerios extranjeros.

La Comisión de Monumentos y Campos de Batalla opera 25 cementerios y 27 marcadores o monumentos donde están enterrados 125 mil soldados estadounidenses, de ellos 750 caídos en la Guerra entre Estados Unidos y México.

El cementerio para soldados estadounidenses en la Ciudad de México fue el primero fuera de Estados Unidos, autorizado en 1851 por el Congreso estadounidense, con el permiso del gobierno mexicano para reunir a los muertos que se hallaban en fosas, en los campos y en los caminos en los alrededores de la Capital de la República.

“Los restos fueron reunidos en 1851 y enterrados en una fosa común en el cementerio porque no se pudo identificar quiénes eran, individualmente, dadas las condiciones del tiempo. De manera, que se clasifican como soldados desconocidos”, recordó.

Un pequeño monumento marca esa fosa común con las siguientes palabras:”Al honrar la memoria de 750 estadounidenses, conocidos sólo por Dios, cuyos huesos recogidos por orden de su país, están enterrados aquí. Que sirvieron durante la guerra con México”, comentó.

Zúñiga-Brown dijo que en la actualidad es un lugar verdaderamente hermoso que se puede visitar para honrar el sacrificio de quien ha pagado el precio más alto por su país. Ahora –concluyó– es un lugar de paz”.

Durante el cierre del Coloquio, participaron en la mesa IX junto al cónsul, cuyo tema central fue “Dignificar a los muertos”, los arqueólogos Araceli Rivera Estrada y Jesús Ernesto Velazco González del INAH, quienes realizaron el trabajo de rescate e identificación de los restos de soldados norteamericanos en la zona donde se ubicaba el fortín de La Tenería.

El Secretario de Extensión y Cultura, Celso José Garza Acuña, clausuró el Coloquio de forma oficia a nombre del Rector Rogelio Garza Rivera, agradeciendo la presencia del público y de los ponentes a lo largo de los tres días.

“Ha sido realmente un placer escuchar y aprender acerca de estos acontecimientos en la historia de nuestras dos naciones”, y ofreció como continuación de este evento la publicación de las Memorias del Coloquio, convocado por el Centro de Documentación y Archivo Histórico de la UANL, con las 27 conferencias presentadas.

Responsable: Prensa UANL