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Día de la Libertad de Expresión y Prensa

El 7 de junio se conmemora el Día de la Libertad de Expresión y Prensa, derecho consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y máxima de toda sociedad democrática.

La buena noticia es que en internet cualquiera puede publicar, la mala noticia es que en internet cualquiera puede publicar

Con este pensamiento el doctor Fernando Esquivel Lozano reflexiona en torno al Día de la Libertad de Expresión y Prensa, que se conmemora el 7 de junio.

Con más de 30 años como catedrático en la Facultad de Ciencias de la Comunicación, Esquivel Lozano desarrolla su trabajo en líneas de investigación del área periodística, así como de la comunicación y la política. Asimismo, analizar el uso de la comunicación para la alfabetización digital, el llamado ciberperiodismo y, recientemente, su enfoque es en las redes sociales.

-Doctor Esquivel, estamos en víspera de conmemorar el Día de la Libertad de Expresión y Prensa, ¿este es un derecho o una responsabilidad?

Es un derecho natural, es un derecho que está consagrado en la declaración universal de los derechos humanos. En el artículo 19 garantiza que nadie debe ser molestado en su libertad de opinión y de ideas por cualquier medio, y es un hecho que se reconoce también por la UNESCO y que es una garantía que tenemos todos los ciudadanos del mundo, de que podemos expresar libremente nuestras ideas sin que sean reprimidas. Lógicamente es un derecho universal, es un derecho que garantiza la vida democrática a nivel mundial, y sobre todo es un derecho que permite la posibilidad de desarrollo de los países que realmente respetan ese derecho; está garantizado desde el punto de vista legal.

La mayoría de los países, a nivel mundial, tienen garantizado en su constitución el derecho a expresarse libremente, pero lógicamente esa garantía legal también implica una responsabilidad para quienes de alguna manera llevamos a cabo la tarea de difundir información e ideas, eso implica el respeto al derecho de los demás, es donde tendríamos que considerar que si bien es un derecho universal, también implica que debe haber un respeto hacia el derecho de los demás y no caer en lo que llamamos un exceso de libertad de opinión y que de alguna manera pueda afectar intereses de otros individuos.

-En este caso, al hablar de libertad de expresión tenemos que remitirnos precisamente a una democracia.

Claro, el ejercicio de libertad de expresión normalmente se da en países democráticos, es un derecho que garantiza que nadie debe ser molestado a causa de sus ideas o de sus opiniones. Lógicamente lo contrario es la represión, un gobierno dictatorial; la democracia siempre ha sido un baluarte en la libertad de expresión de los individuos desde tiempos inmemoriales, entonces el hablar de democracia y libertad de expresión van de la mano, en la medida en que no garanticemos esa libertad de expresión tendríamos que hablar de otro tipo de sistema político que no iría de la mano con la democracia.

-Hablar también de libertad de expresión en unas sociedades altamente mediatizadas, tenemos que hablar también de los medios masivos de comunicación y un juego de intereses económicos, políticos, ¿cómo poder establecer esa balanza o ese equilibrio?

Es una situación que se ha presentado toda la vida, a raíz que surge la comunicación masiva sobre todo con medios privados -acuérdate que en un inicio el Estado era el que garantizaba la libertad y era el que manejaba los medios de comunicación-, cuando surgen los medios de comunicación masivos privados, lógicamente esto llevó a otra situación el ejercicio de la libertad de expresión porque los que ahora detentan la posibilidad de ejercer esa comunicación masiva responden a intereses completamente económicos, sociales o de grupo, ¿cómo poder compaginar?, mediante el ejercicio de la ley. Una de las condiciones básicas para que se dé el ejercicio de la libertad de expresión y prensa es el imperio de la ley, entonces lo que tenemos que hacer es tener un marco jurídico adecuado para poder ejercer esa libertad de expresión y que los intereses de unos cuantos no estén por encima de los intereses de la mayoría, de los intereses del pueblo y de la sociedad.

-¿Cómo podemos entender la libertad de expresión, la libertad de prensa cuando además de las instituciones legalmente establecidas ahora nos vemos ante una situación del crimen organizado y del narcotráfico quienes establecen de facto un poder?

Mira, lamentablemente México es uno de los países donde más se presentan casos de represión, secuestro y muerte de periodistas; es una situación que estamos viviendo y que lógicamente responde a que hay intereses muy poderosos que están actuando en contra del interés de la nación y que lógicamente los medios de comunicación y los periodistas pueden representar una afectación hacia ellos. ¿Qué es lo que está pasando?, pues lógicamente que se está generando una autocensura en muchos medios que no pueden tocar estos temas de seguridad, está generando una represión de manera directa, siguen presentándose cada vez más casos donde periodistas han sido violentados, callados o asesinados a raíz de la cobertura que hacen respecto a temas de seguridad y narcotráfico, y ésta es una situación que lamentablemente se presenta de manera repetida en nuestro país, es algo muy grave, algo que tenemos que lanzar la voz de alerta a todos los que vivimos en este país, porque no compete únicamente a los medios de comunicación: a los periodistas, a los académicos o a las universidades, compete a todo el mundo.

Tendríamos que alzar la voz y defender a estos individuos que de alguna manera están trabajando para llevarnos una información que nosotros necesitamos. Eso por un lado, yo lo que también me gustaría destacar es que lamentablemente en México tenemos una asignatura pendiente que es precisamente el marco jurídico adecuado; no hemos logrado contar con un marco jurídico adecuado en materia de libertad de expresión de prensa, y eso lo podemos encontrar en la ley que regula los medios impresos que data casi desde principios del siglo pasado, no se puede tener un ejercicio real de la libertad de expresión y prensa con una ley que data ese entonces.

En el caso de los medios electrónicos se ha venido actualizando de alguna manera pero aún faltan algunas de las situaciones; se legisló sobre el derecho de acceso a la información pero faltan todavía algunas coberturas, precisamente en la protección de los periodistas, la clausula de conciencia, el no revelar las fuentes aún ante mandato judicial, son aspectos que todavía estamos muy atrasados en ese sentido. Yo consideraría que el marco jurídico con el que contamos en México de alguna manera también propicie a esa inseguridad sobre la cual trabajan la mayor parte de los periodistas en nuestro país.

-Y un reto adicional en el sentido de que la incorporación cada vez más acelerada de tecnologías y nuevas formas comunicativas; eso también trae nuevos replanteamientos con la libertad de expresión, con las nuevas formas de expresión y de prensa.

Claro, lógicamente vivimos en un nuevo paradigma de la comunicación, los medios tradicionales han dejado de ser los únicos intermediarios entre las fuentes informativas, los lugares donde se genera la información, y la sociedad; entonces, se ha creado un nuevo paradigma de la comunicación donde los ciudadanos pueden ahora acceder a esas fuentes informativas, acceder a esa información de manera directa sin tener que pasar por los intermediarios tradicionales que eran los medios de comunicación masiva y esto lógicamente replantea otros retos: los ciudadanos ahora no solamente pueden acceder a la información sino que inclusive pueden generar su propia información y la pueden difundir en tiempo real.

¿Qué está propiciando esto?, que se den situaciones donde también se ha afectado la integridad de periodistas ciudadanos, aunque el término para mí no es muy agradable, se ha dado el caso de ataques sobre todo a blogueros que han ejercido esa libertad de expresión de prensa en portales web, en sitios y en lugares donde las nuevas tecnologías les permiten ahora ejercer esa libertad de expresión que estaba bastante limitada para el ciudadano. Esto implica un replanteamiento también desde el punto de vista legal, desde el punto de vista jurídico, y si hablamos de que en México tenemos un marco jurídico prácticamente obsoleto, pues ahora con las nuevas tecnologías esto se agudiza, hay países que sin tocar el derecho a la libertan de expresión y prensa están regulando el ejercicio de esa libertad de expresión.

Un caso que les puedo poner de manera inmediata es el caso de los comentarios que dan los lectores, los televidentes o los radioescuchas ahora en las informaciones que se generan, muchos de ellos son anónimos, con alias y esto ha creado muchas situaciones problemáticas para los mismos medios que no saben si dejar abiertos esos comentarios o mejor cerrarlos; es el debate en países europeos como es el caso de Francia han estado trabajando en eso y han regulado ese ejercicio de la libertad de expresión de los ciudadanos que muchas veces cae en la calumnia y en la difamación; entonces, ellos actuaron, implementaron una ley que señala que toda persona que haga un comentario a una información debe identificarse, y una de las maneras que usan para identificarse es por ejemplo a través de facebook, la persona hace el comentario que se publica en el sitio pero también se publica en su facebook, entonces ya no es lo mismo esconderse detrás de una máscara, a través de una identidad falsa y calumniar o difamar a alguien a que si también aparece en mi muro donde todos lo van a ver, ahí se ha trabajado al respecto. El debate es muy amplio y muy difícil ya que de primera impresión se piensa que hay una censura, que hay un inejercicio de la libertad de expresión y prensa, pero lo dijimos al principio, este es un derecho universal pero también tiene unas limitantes, y el que ahora cualquier ciudadano pueda ejercer esa libertad a través de las nuevas tecnologías no nos da ningún derecho de difamar, calumniar o cometer algún delito.

-Que también queda entredicho la cuestión de la credibilidad de los medios tradicionales que determinan qué es lo que se publica y lo que no se publica…

Ayer leía una entrevista que le hicieron a Umberto Eco y me pareció sensacional, le preguntaban de sus libros pero de alguna manera tocó esto de las nuevas tecnologías y él decía que ahora a los lectores, a los estudiantes, no les debemos de enseñar en el sistema tradicional educativo de que tienen que aprender, por ejemplo cuál es la fórmula del agua, la fecha de nacimiento de algún héroe o cosas por el estilo, eso lo encuentran en cualquier lado; lo que tenemos que enseñarles ahora es aprender a discernir entre diez sitios informativos que hablan sobre el tema que estoy investigando para ver cuál es el que realmente debo de tomar, que con esta generación de información, que antes era muy limitada, estamos en un proceso de infoxicación, de demasiada información que nos agobia y nos aplasta. Debemos de enseñar al estudiante y al ciudadano a ser más críticos con la información que están recibiendo; y entonces ahí es donde entra el concepto de la credibilidad que tú señalabas.

Los blogueros, los twiteros, los usuarios de facebook que de alguna manera generan contenidos, tienen que luchar para ganar esa credibilidad. Lo importante ahorita es que tenemos la posibilidad de expresarnos, que hay calumnias, difamación, exceso, libertinaje de expresión y prensa pues son parte de los riesgos que tenemos que correr; lógicamente yo siempre voy a estar a favor de que exista en casos determinados un libertinaje a que exista la posibilidad de que el ciudadano no se exprese; entonces, tenemos que encontrar de alguna manera las fórmulas para poder regular o auto regular hasta donde se debe ejercer esa libertad de expresión y prensa para no afectar los derechos de otros individuos. Hay mucho trabajo al respecto.

-¿Cuál es la responsabilidad que desde la academia se tiene para precisamente abonar en estos aspectos, en estos nuevos paradigmas de la comunicación, en estos nuevos escenarios en el consumo de la comunicación y de la generación de los mensajes?

Esto es un reto muy interesante para los periodistas. Hay quien señala que los periodistas ya no son tan necesarios y  que ya no deberíamos tener escuelas de comunicación. Ahora hay robots que se dedican a generar contenidos, a generar informaciones y entonces cada vez se empieza a cuestionar el papel de los periodistas, de los comunicadores y de los que formamos comunicadores; yo creo que ahora es cuando más se necesita el papel del periodista, ahora es cuando más se necesita la formación de comunicadores, porque ante ese estado de infoxicación del que hablaba yo, de esa abundancia de información, el ciudadano no tiene la posibilidad de discernir o de analizar cuál es el sitio que le puede generar un contenido que le sea útil; y entonces nos encontramos con algo que yo les comento mucho a mis alumnos: la buena noticia es que en internet cualquiera puede publicar, la mala noticia es que en internet cualquiera puede publicar. Es decir que, cualquiera puede generar un contenido sin la verificación, sin el contraste, sin la objetividad que normalmente tratamos de imprimir en nuestra manera de comunicar a nivel profesional. Es decir que el periodista cada vez es más necesario porque es el que contrasta, verifica, objetiviza de alguna manera la información cuando  en otras condiciones se lanzan informaciones sin sentido, sin verificación; en ocasiones he encontrado que estamos en una carrera por ver quién informa primero, y ya hemos visto que los primeros en publicar también son los primeros en equivocarse y se han cometido errores significativos, han “matado” a personas que siguen con vida y ejerciendo su trabajo; entonces, el papel del periodista es ahora más relevante.

Hay otro aspecto que tenemos que revisar, si me lo permiten, es que hay quien cuestiona que el periodismo tradicional está muerto, yo no coincido con esto, yo creo que lo que está muerto es el modelo de negocio del periodismo tradicional; pero no está muerto el periodismo. El periodismo está en su mejor época po que ahora es cuando los periodistas tenemos la oportunidad de generar nuestros propios contenidos sin tener que pasar por esos intereses comerciales de los dueños de los medios masivos de comunicación; el periodismo está vivo y está en su mejor época, lo que está muerto es el papel, el modelo de negocio que cumplían anteriormente los medios tradicionales, entonces lo que hay que hacer es reinventar el modelo de negocio, es lo que no han podido hacer los grandes medios.

¿Qué tenemos que hacer nosotros como educadores en ese panorama?, lógicamente estar muy atentos a estos movimientos o cambios que se dan en el mercado comunicacional, el problema que tenemos las escuelas es que ahora los cambios se dan de manera explosiva, el cambio que anteriormente se daba en ciclos ahora es inmediato, casi al instante; difícilmente las escuelas de comunicación podemos estar al tanto de todo esto, yo creo los educadores replanteemos nuestro papel, nuestro rol, eso que de alguna manera le pasó a los medios, a los periodistas, que dejaron de ser los únicos intermediarios entre la fuente informativa y los ciudadanos también nos está pasando a los profesores, dejamos de ser los intermediarios entre el conocimiento y el alumno, el alumno anteriormente tenía que pasar por nosotros para obtener el conocimiento , ahora con unos cuantos clic se puede acceder a esa información que anteriormente manejábamos los profesores, entonces ahora se tiene que replantear el papel del profesor porque hay que enseñarle al alumno cuáles son los contenidos adecuados, cuáles son las fuentes que hay que consultar y que no se coma todo lo que le cae, toda la información que le llega; tenemos que ser más guías, orientadores, educadores en el sentido de formar una conciencia más crítica en el estudiante, para que aprenda a discernir entre la información que le es útil y no le es útil.

-Si hubiera quedado algo en el tintero de la entrevista, que no se haya tocado y usted considere importante como una reflexión por el día de la libertad de expresión y de prensa.

Yo creo que definitivamente estamos en un momento crucial, estamos en un momento muy interesante para el periodismo y para los que de alguna manera estamos ejerciendo esa libertad de expresión y prensa. Es el momento de empoderar a los ciudadanos, de que sientan que son una parte clave en el funcionamiento de la sociedad y que en la medida que ejerzan esa libertad de expresión y prensa que está garantizada a nivel universal, nuestro país y los países democráticos van a tener un mejor desarrollo. Yo creo que ya es tiempo de que el ciudadano se dé cuenta que no solamente debe ser espectador, que debe de pasara a un papel activo, a un papel dinámico donde se involucre más en todos los acontecimientos que le afectan en su vida cotidiana, que deje de ser espectador pasivo que veía como los intereses de los gobernantes, de los dueños de los medios, de los líderes de los grupos poderosos decidían y actuaban en función de sus intereses afectando al ciudadano y el ciudadano no podía hacer absolutamente nada. Si algo nos han traído las nuevas tecnologías es la posibilidad de ejercer esa libertad de expresión, de ejercer el derecho de acceso a la información, ahora tenemos la posibilidad de acceder a información que anteriormente no podíamos y que a veces los medios de comunicación nos ocultaban; entonces, yo creo que es momento de que el ciudadano pase a ese papel activo y ejerza cabalmente esa libertad de expresión y el derecho de acceso a la información.

-Y, ¿cuál sería el llamado a los medios de comunicación convencionales para seguir en esa dinámica?

La palabra clave es reinventarse, hay que reinventarse, si no se reinventan van a desaparecer como ya han desaparecido muchos de ellos. Afortunadamente muchos ya están en esa etapa, hay muchos medios que están convencidos de que tienen que transformar sus procesos tradicionales y que de alguna manera van a tener que darse cuenta de que el lector ya puede participar activamente, no solamente en la interacción de los contenidos que le proporcionan, sino que puede generar sus propios contenidos con una retroalimentación que antes tomaba mucho tiempo a través de cartas de los lectores, ahora se presenta en tiempo real, en el mismo momento que se genera información el ciudadano ya está actuando con esa información y puede, de manera inclusive, generar su propio contenido retwitteado, reenviando esa información o señalando que no es información que le favorezca. Reinventarse es la palabra clave que tienen que considerar los medios tradicionales si quieren seguir ejerciendo esa libertad de expresión a través de sus modelos de negocio.

Responsable: Prensa UANL