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Convoca a industria mayor inversión en biotecnología

Un cambio de paradigma requieren las sociedades actuales para unir el incremento de demandas con la realidad imperante y la conciencia de sostenibilidad, aseguró el doctor Alfredo Aguilar Romanillos al participar en el BioUANL.

“Para que la bioeconomía sea una realidad, se debe involucrar a la sociedad civil, debe haber un debate amplio, sin censuras, para responder a todas las preguntas, porque sin sociedad civil no se puede hacer este proceso transformador”, advirtió el doctor Alfredo Aguilar Romanillos, miembro de la Federación Europea de Biotecnología.

Aguilar Romanillos, dueño de tres patentes japonesas y con 26 años ocupando las Jefaturas de las Unidades de Biotecnología, de Cooperación Científica Internacional y de Genómica Aplicada, compartió durante el Congreso Internacional BioUANL 2014 la experiencia de la comunidad europea hacia una bioeconomía.

“Los cinco requisitos para una bioeconomía sostenible: tener una actividad reglamentaria que sea coherente dentro de un sector y a través de los diferentes sectores, facilitar el acceso a la biomasa, para que no parezca que vendemos humo, favorecer la inversión, facilitar la introducción de nuevos bioproductos en el mercado y facilitar el diálogo a través de toda la sociedad”, expuso el científico.

El caso de Europa

El doctor Alfredo Aguilar de entrada hizo un exhorto a los jóvenes reunidos en el Centro de Investigación y Desarrollo en Ciencias de la Salud a modificar la tendencia caótica y salvaje de consumir irresponsablemente los recursos naturales y los convocó a participar en la construcción de la bioeconomía, a asumir su papel ante este nuevo paradigma.

“Cuando hablo de bioeconomía no es producir más, sino gastar menos, es cambiar a un nuevo paradigma; se trata de abordar el mundo con sentido común, el desafío de las sociedades actuales es cómo unir el incremento de demandas sociales con la realidad que tenemos y la conciencia de sostenibilidad”, expuso.

Alemania, Suecia, Francia, Finlandia, Noruega, España, China y la India son países que están haciendo esfuerzos en este orden, una economía basada en los recursos naturales.

“¿Qué va a pasar cuando el petróleo desaparezca?, las nuevas generaciones deben reflexionar sobre esto, el futuro está en sus manos jóvenes”, se dirigió a los estudiantes reunidos en el CIDICS.

El autor de una centena de publicaciones sobre gestión de la ciencia y política científica, compartió que Europa tiene una producción científica muy alta, con fábricas productoras de enzimas y una conciencia sobre sostenibilidad; pero le hace falta el liderazgo empresarial que tiene Estados Unidos, Canadá e incluso México, un desarrollo regulatorio que no sea tan asfixiante que permita generar nuevas ideas y necesita una coherencia en las actividades legislativas.

“En Europa el investigador es capaz de transformar los euros en artículos científicos, pero hemos sido muy pocos eficaces en transformar los papers en productos, en euros; muchos de nuestros emprendedores se van a Estados Unidos y países asiáticos porque sus ideas se desarrollan ahí más fácilmente, ha sido el caso de muchas empresas de biotecnología”, agregó.

En la segunda jornada del Congreso Internacional BioUANL 2014, Aguilar Romanillos precisó que la inversión en biotecnología tendrá siempre un retorno, para el país que le apueste a la ciencia e investigación tendrá mejor desarrollo, industrias competitivas, sociedades más dinámicas y mayor bienestar.

“Es algo que está muy claro sobre biotecnología, lo fundamental es implicar al sector industrial en el tema; la Unión Europea invirtió mil millones de euros en el Programa Horizonte 2020, pero luego de un año de negociaciones, actualmente por cada euro de la UE (recursos públicos) el sector privado ha puesto tres veces más de dinero y eso es reflejo del compromiso real, hoy se movilizan 3.8 billones de euros (cerca de 5 mdd) para poner en práctica aspectos industriales de la bioeconomía”, expuso.

Responsable: Prensa UANL