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Bordados con identidad y memoria

En el taller La memoria y el arte de mujeres, las activistas Cordelia Rizzo y Rosa Borrás hablaron sobre el uso del bordado como un medio de expresión contra la injusticia.

Para las activistas Cordelia Rizzo y Rosa Borrás, la voz no es el único medio para discutir sobre los movimientos sociales, las guerras, la lucha, el sufrimiento y la injusticia. Utilizar el hilo, la tela y la aguja permite plasmar las memorias, la identidad y los sentimientos.

En el taller “La memoria y el arte de mujeres”, las artistas compartieron sus conocimientos en las técnicas del bordado, con el propósito de imprimir en los asistentes el interés sobre el uso de esta técnica de costura como medio de expresión.

“El objetivo es entrar a la reflexión sobre el cuerpo, nuestro cuerpo como el locus de la acción cotidiana pero también de la acción política. Entonces, es mucha reflexión pero también práctica. Es como si agarráramos el bordado y mostráramos los pedazos de lo que está compuesto”, señaló Cordelia Rizzo, quien impartió el curso junto a Rosa Borrás.

Esta técnica consiste en brindar un espacio de reflexión, reflejar en figuras letras, colores, palabras y texturas de las memorias que guarda quien trabaja la tela.

“Lo que hacemos al bordar es una manera de analizar cuáles son los hechos, cuáles son los hilos, cuál es la narrativa que permite la construcción y reforzamiento de una verdad autoritaria, opresiva y que causa muchísimo dolor”, puntualizó la activista social.

El taller, que forma de las actividades de la Escuela de Verano 2016, permitió a los participantes aprender algunas técnicas básicas del bordado.

Los participantes escucharon sobre las diferentes manifestaciones pacíficas que las activistas han desarrollado en México en apoyo a las familias víctimas de la inseguridad y la injusticia.

Las ponentes comentaron que al bordado se le considera como un arte menor, pues la sociedad ha ignorado esta expresión a lo largo del tiempo.

“El taller es introductorio. Lo que estamos haciendo es utilizar el bordado como técnica de expresión, como una excusa para poder trabajar.

“Estamos trabajando con retazos de tela, con poesía o con dibujos que van a bordar, y donde básicamente lo que importa es la experiencia simbólica de expresar algo que tiene que ver con la identidad en este pequeño lienzo”, aseguró Rosa Borrás.

Las actividades se desarrollaron del 25 al 29 de julio en el Colegio Civil Centro Cultural Universitario.

Las activistas que impartieron el taller, desde el 2011 integraron el colectivo Bordamos por la paz, en el que realizan manifestaciones pacíficas en todo el país a través de este arte.

Responsable: Prensa UANL