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ATARI: game over de una generación

¿Pac-Man? ¿Moon Patrol? ¿Space Invader? La verdad poco importa el juego, es más, poco importa el ATARI en sí (pudo ser el Wii o el PlayStation 3), lo realmente importante es que la consola del videojuego es un vehículo para socializar y compartir confidencias con los amigos.

Grandes rasgos esto es lo que sucede en la obra “ATARI”, original de Juan Ríos Cantú, presentada por cuatro alumnos de la Facultad de Artes Escénicas en el Teatro Espacio “Rogelio Villarreal”.

La historia tiene saltos de tiempo. Los personajes Robert, Óscar, Jano o Lila tienen unos diez años de edad en el hipotético año 1982. Sin embargo, veinte años después, con más de treinta años de edad, los amigos reviven aquellos años del Atari.
“La obra toma demasiados temas que venimos arrastrando desde la década de los ochentas: narcotráfico, creencias religiosas extremistas, violencia familiar, machismo, los mojados, nuestra realidad”, expuso Natalia Quintero, directora de la obra.
Santiago Martínez, quien interpretó a Robert, añade que la mayoría de los asistentes a la obra se han identificado bastante con los personajes a pesar de no pertenecer precisamente a “La Generación Atari”. Y bueno, finalmente él “tampoco fue Generación Atari”, reconoció entres risas.
A tono con la charla, Alfonso Carlo, quien hizo el papel de Óscar, se anticipa y dice que no revelará su edad pero sí le tocaron por lo menos las dos primeras versiones del Atari que llegaron a México.
“Recuerdo que eran juegos más rústicos y simples, una pelotita que rebotaba y no dejaba de rebotar en toda la pantalla y ya. Ahora tienen 3D, guitarras, tapetes, fue una evolución”, comparó.
Carlos Borjas, Jano en la obra, coincidió en que la gente se identifica con alguno de los cuatro personajes. Algún detalle, gesto, chiste simplón o frase, recuerda a algún incidente de la infancia mientras jugaban Atari.
“Cada uno vive un conflicto diferente, pero lo que los une es este juego. Finalmente la obra trata de esta relación de amistad entre los cuatro, después se desatan más cosas a partir de eso”, explicó.
Gabriela Almanza, quien encarnó a Lila, advierte que a pesar de personificar a niños en torno a un juego de video, la obra está dirigida a adolescentes y adultos debido a que contiene “un lenguaje muy florido”, ironizó.
Lo que le parece más interesante del manejo del guión, expresó Alfonso Carlo, es que el Atari o cualquier otra consola actual de videojuegos queda en un segundo plano pues la historia de los niños se está zurciendo mientras están jugando. Y esa dinámica revela a cada personaje.
“Aunque estés jugando estás platicando de cosas importantes de tu vida aunque seas niño. Eso es lo que pasa también ahora. Por mucho que tú estés jugando con un compañero, al PlayStation o al que sea, le estás platicando lo que te pasó o te va a pasar, o lo que quieras. Esa es la magia de este aparato”, reflexionó el actor.

Responsable: Prensa UANL